Volví a mi cuerpo

Me tomé un rato de danza expansiva intuitiva y aparecieron muchas sensaciones.

Volví a mi cuerpo

Ayer me perdí en mi propio movimiento. Hacía mucho tiempo que no lo hacía. Hacía mucho tiempo que no bailaba, que no danzaba, que no me movía al son de algo por un tiempo considerable. Lo necesité. Fui pintando el aire con movimientos lentos de mi cuerpo, mientras sonaba una guitarra acústica únicamente. 

Cada movimiento era algo así como un despertar muscular. Algunos huesos sonaron. Todo se estiró. Me expandí. No me sentí para nada rígida, no tuve ningún complejo con mis movimientos, todo era perfecto. 

En cada giro, cada paso, cada alzada de brazos al cielo, recordaba cómo se sentía esa sensación de estar apretada en algo que no existe verdaderamente. Antes me pasaba mucho eso, incluso bailando cualquier cumbia por diversión. 

De alguna manera iba sintiendo cómo se iba escapando la rigidez de mi cuerpo, el mandato, el deber ser, la estructura sin sentido. Iba sintiendo que las células se estaban liberando poco a poco y que vibraban alegría. 

Yo sonreía la mayor parte del tiempo, aunque por momentos me permitía la seriedad, la concentración en los puntos de mi cuerpo en el que estaban sucediendo cosas a nivel microscópico. 

Mientras eso sucedía, en mi Ajna podía ver el macromundo cósmico y yo en él, chiquitita danzando, lento y pausado, con mis caderas relajadas, mi útero expandido, mis brazos recibiendo y entregando. 

Aino me miraba y se sumaba girando sobre su propio eje en el suelo, sentada, o pegando pequeños saltitos, pero también con una energía tranquila. Al final danzamos juntas. Giré con ella en mis brazos. Ella sonreía, se dejaba llevar. Juntamos cachetes y nos sentimos. 

Hoy vi un reel que me envió un alma amiga, en el que hacían un paralelismo entre la rayuela y el árbol de la vida. El trayecto en el juego es de la Tierra al Cielo y del Cielo a la Tierra. Recordé mis sensaciones mirando la línea de tiempo terrenal de mi vida: tan Tierra y material, luego tan volada y cósmica y desde mis embarazos, llamada nuevamente a vivir y experimentar la Tierra pero con mucha más plenitud y sabiduría que al principio. 

Hoy también sentí que empiezo de cero y la verdad, me sentí absolutamente incómoda con eso. Mi misión lleva varios años sucediendo ya y no debería estar empezando de cero, pero siento que así está sucediendo, pero como con la rayuela y mi línea de tiempo, con más experiencia y sabiduría. 

Soy ⅓ en Diseño Humano. Para los que no conocen de Diseño Humano significa que conmigo la cuestión es con ensayo y error. Así experimento la vida. No tengo problemas con el error si salgo más sabia de eso… y si no, vamos de nuevo. Todo éste 2025 fue de ensayo y error continuo e intenso: mis maternidades, mi ser hija, mi ser compañera y esposa, mi ser amiga, hermana, etc… y mi ser empresaria - terapeuta - educadora energética - alquimista emocional.  Porque no creas que por ser terapeuta y vivir el mundo de las energías no hay lugar para lo empresarial: sí lo hay y lo debe haber, desde pensar en el registro del espacio (empresa) hasta contratar personas para delegar tareas y pasando por miles de otras más. A veces soy más empresaria que terapeuta porque todavía no logro delegar todo lo que necesito delegar para poder de una vez por todas, únicamente dedicarme a mi rol como terapeuta, pero allá vamos… ensayo y error. 

Lo único que tengo claro es que haga lo que haga, la movida es que las personas seamos mejores habitantes para el planeta y no quiero parar de aportar para eso con mi evolución y acompañando a otras mujeres a hacerlo. Seguiré danzando en expansión. 


🌹Pao Gómez🌹

💎Soy Sísmica💎




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