Enya debió morir

Sin cambio no hay evolución.

Enya debió morir

Soy una persona que se adapta muy fácil a los cambios y que generalmente los necesita. Permanecer en un mismo lugar mucho tiempo, en un mismo estadío, me da sensación de que no estoy evolucionando, y yo necesito evolucionar, dar pasos, descubrir más del mundo. Entrar en situación de sorpresa, maravilla. Explorar…

Con mi negocio ha sido igual. 

Cuando me quedé sin trabajo en mayo del 2021, supe, por las razones en que todo había terminado, que jamás volvería a trabajar en relación de dependencia. La verdad es que suelo tener mucho cuidado con lo que digo de forma determinante porque lo cierto para mí es que muchas de las cosas determinantes que me dije, tuve que guardarlas en mi bolsillo. 

Pero ésto no era una cuestión de orgullo ni capricho; era una cuestión de decisión. Una decisión que tomo día a día y que desde el lugar que fui construyendo en éste sentido, voy creando, abriendo camino a la realidad que elijo. 

Tuve que pedir ayuda en ese entonces. Me puse a hacer y vender mermeladas caseras, hice una capacitación incluso. Éste tiempo fueron unos meses, porque sabía que mi propósito fuerte y profundo no venía por acá, pero la verdad es que lo hacía con mucha alegría por varias razones: entre ellas, trabajaba desde casa y era mi propia jefa. 

Cuando me recibí de biodecodificadora, lectora de Registros Akáshicos y Reikista, decidí iniciar mi emprendimiento terapéutico. 

Fue todo un movimiento llamarme terapeuta holística y energética, llamarme terapeuta básicamente, término que siempre estuvo enfocado a la psicología, psiquiatría y formaciones terciarias universitarias. 

Dejé mi carrera universitaria en la mitad de la tesis porque me di cuenta que ese título, sólo era un adorno más que estaba tratando de conseguir. 

Biodecoterapias, Zafiro, Enya. Esos fueron los nombres por los que pasó el negocio, sin contar a Muna mermeladas, ni Plumitazul, mi emprendimiento artístico. 

Zafiro es un poco la energía que vibraba y aún siento vibrar… su azul, mi mundo siempre fue azul. Con Enya fui incorporando otras vibraciones, en colores, violeta por ejemplo, rosa, pero también una energía más brujil y mágica a mi ser terapeuta. 

Enya es esa energía propia que está en una dimensión más sutil, más liviana, con ropa suelta, descalza y pisando arena. Soy yo, pero venía sintiendo que Enya estaba medio que por allá arriba y no encontraba forma de abrirle camino a bajar a Tierra. 

Soy Sismica es el nombre con el que cree mi instagram personal (o el que le puse al poquito tiempo de crearlo). Un nombre que me hace sentir y vibrar la Tierra tan fuerte que la transformación sucede o sucede.

Yo era las dos, una allá arriba y otra acá abajo… pero al final nunca terminábamos de ser una. Así que decidí acoplarnos, y llenar a Soy sísmica con la suavidad de Enya y permitirle a Enya que sea un poco rebelde y políticamente incorrecta. 

Tenían que unirse. Sólo así iba a sentir que lo que mi negocio mostraba de mí, era plenamente yo, en autenticidad, el combo de ambas. 

Tal vez fue que empecé a sentir que mi etapa de volada por los cielos cósmicos todo el tiempo ya estaba bien. Mis embarazos me enfocaron en mi terrenalidad y fui notando que es en ésta terrenalidad en la que soy capaz y quiero transformar vidas, acá, bien enraizada… porque al fin y al cabo, para algo encarné. 

En unos días tocará despedirme de Enya, del espacio de exposición y darle protagonismo a Soy sísmica, que soy yo. Tal vez Enya era una especie de máscara que me daba seguridad para exponerme, contar mi historia, vender… pero la máscara empezó a incomodarme y quise sacarla… mostrar mi cara, mis cicatrices, mis arrugas, mis canas (algún día, no puedo prometer inmediatez en éste sentido). 

Ayer, cuando di anuncio en el instagram, lloré mucho. Me despedí de Enya y de alguna manera también reviví la despedida de mi hijo porque Enya, siendo Zafiro, estaba en pleno movimiento cuando Tahi desencarnó.. se sintió liviano, sentí que nos liberaba a los tres, a Enya, a Tahi y a mí. Justamente hacía un mes había constelado sobre ésto, tal vez ésta fue la materialización de eso que generé en el campo. 

Fuaaa! necesitaba ésto… 

Ahora no queda más que darnos la bienvenida al mundo sísmico para dejarnos transformar por completo. 

Pao

🌹Soy sísmica🌹


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